Consume tu propia energía
Una de las satisfacciones más grandes de las nuevas tecnologías en energías renovables es consumir la energía que generamos nosotros mismos, sin depender de nadie.
El encender una lámpara, la televisión, el ordenador… o abrir el grifo y tener agua caliente, o una piscina climatizada en invierno, y saber que la energía necesaria para todo ello proviene del sol o del viento, es algo que nos proporciona una sensación indescriptible.
Y no solo por el ahorro económico, sino también por la labor activa en la conservación del medio ambiente y en la lucha contra el cambio climático.
Pero, ¿es realmente útil consumir tu propia energía?
UNA GRAN IDEA
Cada día, numerosas fuentes de energía naturales nos rodean. La más evidente es el sol, pero también el viento, el agua o la propia tierra almacenan energía que podemos provechar.
Para utilizar esa energía tenemos dos opciones: o bien la transformamos en calor o en electricidad.
En el caso del sol, los paneles solares ejercen una transformación fotovoltaica, es decir, los fotones son convertidos en corriente continua. Para el viento, utilizamos alternadores que generan corriente, como la dinamo de una bicicleta, transformando así la energía cinética del viento en electricidad.
El calor del sol también se aprovecha para calentar agua. Incluso la energía potencial de las mareas y embalses puede ser usada como fuente renovable, siempre gracias a la transformación básica de movimiento en electricidad que todos conocemos.
Y todo está a nuestro alrededor, a nuestro alcance.
INNUMERABLES VENTAJAS
Al principio, la primera idea que se nos vendrá a la mente es el ahorro en la factura eléctrica. Si podemos utilizar toda esta energía gratuita, ¡nos ahorraremos mucho dinero!
Es cierto, pero las ventajas van más allá del ahorro.
Además, hay que realizar una inversión para adquirir los aparatos, así que, si solo nos fijamos en la ventaja económica, algunas personas pueden desanimarse. Hay muchas más razones por las que consumir tu propia energía es una excelente idea.
- Independencia y seguridad: Hoy día, no concebimos un mundo sin electricidad y calor. Si disponemos de nuestra propia fuente de energía, seremos independientes de los problemas que puedan surgir en las suministradoras eléctricas. Apagones, desastres, conflictos, inestabilidad política, crisis energéticas globales… siempre tendremos la seguridad que en nuestro hogar tendremos energía.
- Contribución medioambiental: Al utilizar energías renovables para abastecernos, nos aseguramos de que participamos en la conservación del medio ambiente y en la lucha contra el cambio climático. Nuestra energía no procede ya de obsoletas y contaminantes centrales combustibles fósiles (carbón, gas natural, gasoil…) o de peligrosas centrales nucleares que generan residuos que duran miles de años.
- Ahorro: Aunque las inversiones en aparatos e instalación pueden ser importantes, el retorno de la inversión siempre es muy inferior a la vida útil de los componentes, lo que supone un ahorro importante al cabo de los años. Además, los aparatos son de nuestra propiedad, mientras que pagando una factura mensual a la distribuidora eléctrica no poseemos nada.
- Escalabilidad y control: Nuestro sistema de energía renovable puede ir creciendo poco a poco, y somos nosotros quiénes lo controlamos en todo momento.
- Satisfacción: Porque no hay sensación mejor que disponer de los medios para ser autónomo y disponer de nuestro propio sustento energético. Además, aprenderemos y nos divertiremos conforme vayamos descubriendo este apasionante mundo.
LA LEGALIDAD, A FAVOR
La normativa legal para la regulación del autoconsumo fotovoltaico, el Real Decreto 900-2015, ampara la instalación de nuestros propios sistemas fotovoltaicos. Se ajusta totalmente a la legalidad el poder tener nuestra propia generación de energía, y para una casa, los requisitos son muy sencillos de cumplir.
En definitiva, las ventajas que rodean al consumo propio de energía son muy variadas. Hemos citado unas pocas, las más evidentes, pero seguro que ya estás pensando en algunas más. ¡Adelante, no lo dudes, disfruta de la aventura de generar tu propia energía!