Un equipo de investigadores de la Universidad de California ha desarrollado una célula solar que ha conseguido el récord en generación de energía. Su fabricación se basó en una doble capa bañada en una sustancia (perovskita) compuesta por plomo y yodo. Esta propuesta ha resultado más eficiente que las placas solares tradicionales y está hecha a base de cobre, seleniuro, indio y galio.
Córdoba riega más de 140.000 hectáreas a partir de un método basado en la perforación, aunque aparece una nueva alternativa a partir del uso de agua complementaria para el sector de la agricultura. Esta opción se traduce como una optimización llamativa de los recursos hídricos y una mejora considerable en las prácticas orientadas a mejorar el medio ambiente.
Las energías renovables están en proceso de crecimiento y concretamente la energía solar está viviendo su momento de oro. Hasta el año 2017 se habían instalado más de 400000 Gigavoltios de energía solar alrededor de todo el planeta. Pero esta construcción masiva de placas fotovoltaicas puede derivar en problemas futuros y en una saturación de residuos preocupante.
La Unesco declaró la escasez de agua como una de las principales causas de conflicto mundial para el año 2020. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que se fijan para año 2030 inciden en este problema y pretende encontrar una solución con el objetivo de que exista accesibilidad al agua limpia y en un sistema autoabastecible y sostenible.
Las nuevas tecnologías pueden servir de gran ayuda al cambio climático. Un buen ejemplo es el proyecto que Google ha desarrollado de forma colaborativa con el Pacto Mundial de Alcaldes para el Clima y la Energía. Environment Insights Explorer es una herramienta digital que es capaz de recabar información sobre la emisión de gases contaminantes como el carbono a nivel municipal.
